Después de diez horas de vuelo, con el cansancio que produce un asiento incómodo y la vigilia que causa la emoción y las prisas de un viaje, una mañana de julio de 1996 llegue a Madrid. El aeropuerto de Barajas estaba repleto de viajeros que transitaban apresuradamente entre las salas. Recogí mi maleta y arrastrándola, salí rápidamente en busca de un taxi que me condujera lo antes posible a un hotel que había reservado la semana anterior, ubicado en el Paseo de la Castellana. Invitado para dar una charla en la Universidad de Alcalá de Henares, debía trasladarme esa misma tarde al pueblo natal de Miguel de Cervantes Saavedra. El sol había salido con la fuerza del verano y la sombras de los transeúntes se reflejaban en la acera. Deslumbrado por la luz que irritaba mis ojos de insomne, preferí ver ese mundo de sombras y mi mente voló: “acompaño a mi sombra por la avenida, mis pasos se pierden entre tanta gente, busco una puerta, una salida, donde convivan pasado y presente…y ahí está…”.
Esa tarde, enfundado en un flamante traje azul marino y con una corbata color vino, un taxi me condujo hacia la salida de Madrid, para enfilar a la universidad, cuando de pronto, “ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo…la Puerta de Alcalá”. Mis ojos se deslumbraron ante la vista del monumento majestuoso, construido por mandato del rey Carlos III, a cargo del arquitecto italiano Francesco Sabatini, obra que concluiría en 1778.
Años más tarde, con una taza de café en la mano y sentados en la suite de su hotel, pregunte a Victor Manuel y Ana Belen: Como surge La Puerta de Alcala? Ana Belén sonrió ampliamente y dijo: La canción fue creada para nosotros por Bernardo Fuster y Luis Mendo, integrantes del grupo de folk rock Suburbana, escrita justamente en un café cercano a la Puerta de Alcalá, ubicada a la salida de Madrid, que conducía anteriormente al pueblo de Alcalá de Henares. La canción además de reseñar apresuradamente la historia de España, incluye un estribillo tradicional que pertenece a la memoria colectiva española.
La Puerta de Alcalá forma parte del disco Para la ternura siempre hay tiempo, (1986). Victor Manuel y Ana Belén, a pesar de tener carreras individuales, han integrado una mancuerna artística solida. Desde siempre, adoptaron una postura hacia la izquierda progresista y durante los años del Franquismo, el régimen fue bastante restrictivo con ellos. Vivieron su exilio en México y desde ahí establecieron lazos definitivos con diversos países latinoamericanos. Mi charla con Victor Manuel y Ana Belén, me trajo la certidumbre de haber encontrado, contra todo pronóstico, a un par de seres humanos fundidos en uno solo. Su actuación en el escenario esa noche, me lo confirmo.
Te invito a disfrutar La puerta de Alcalá, deja que su sombra te acompañe. Después de todo, para la ternura, siempre debe haber tiempo…
http://www.youtube.com/watch?v=h8lWaJWCfhM
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