lunes, 8 de octubre de 2012

Chavez: La vida cobra factura....


La semana pasada recibí via telefónica, dos invitaciones para participar en un programa televisivo de análisis político sobre las elecciones de Venezuela. Una de ellas era Univision; un exalumno mio acaba de convertirse en el flamante conductor de noticias de la emisión nocturna; la otra invitación era de un productor amigo mío que trabaja en SoiTV, una estación de televisión digital; ambos estudios televisivos están ubicados en el Doral (en el mero corazón donde radican miles de venezolanos exiliados por el régimen chavista). Dado que el contenido de los noticieros de Univision no me hace feliz, opté por aceptar la invitación de SoiTV. En punto de las seis de la tarde, dio inicio el programa y a continuación resumo algunas de las ideas que expuse en esta oportunidad:
1. Henrique Capriles Radonski ha logrado una hazaña sin precedente en la historia latinoamericana. Nunca un candidato opositor había conseguido unificar arrolladoramente a la oposición, y sobretodo enfrentado con tanta fortaleza el poder de Hugo Chávez.
2. Chávez ha utilizado astutamente a la democracia para acabar con ella. Lo ha hecho paso a paso, institución por institución, imponiendo sus designios y personeros en la legislatura, la los órganos fiscales, los electorales. Si no ha terminado su labor de demolición es debido a la pasión cívica de un amplio sector de la sociedad venezolana que no ha olvidado el significado de la libertad. Chávez tiene la propiedad privada de los recursos públicos, y los usa copiosamente en su beneficio.
3. Chávez no es solo un caudillo: es un redentor que ha abusado del púlpito mediático. Por largos años, como se sabe, apareció en el programa dominical Aló, Presidente, reality show de seis horas en el cual Chávez —locuazmente— monologaba, bailaba, cantaba, recitaba, leía cartas, declaraba su amor al pueblo, increpaba al imperio, daba clases sobre el “Socialismo del siglo XXI”, rememoraba escenas de su autobiografía, ordenaba expropiaciones, movimientos de tropa, desplantes diplomáticos y políticas públicas.
4. Una parte considerable de los pobres en Venezuela ha agradecido siempre la voluntad de Chavez de atenderlos a través de las “Misiones” un programa de asistencia social que estableció desde 2003 con el objeto de proveer de salud, alimentos y educación. Muchos de estos esfuerzos han enfrentado serios problemas operativos y no están diseñados para promover la autonomía de las personas sino su dependencia del Gobierno.
5. El casi monopolio de la verdad pública, que goza Chávez tras haber expropiado a los principales canales de televisión abierta, ha disfrazado la realidad. Millones de venezolanos confían en su palabra como el espejo fiel de la verdad, más aún si son empleados públicos cuyo ingreso depende —o así lo creen— del comandante.
6. La campaña de Capriles fue valiente y conciliadora. Sus propuestas buscaron recobrar la sensatez económica y proteger las conquistas sociales.Capriles demostró y comprobó las malas prácticas del Gobierno de Chavez.
El resultado de la elección la sabemos todos: el hechizo de un Chávez enfermo y su vasto control sobre el aparato estatal le ha dado el triunfo. Personalmente, pienso que la oposición debe persistir sin tregua ni desánimo. Chávez venció, sin embargo, está enfermo y la vida cobra factura; tras su eventual fallecimiento la división interna de su grupo y la presión interna e internacional podrían propiciar la vuelta de Capriles y su oportunidad de lograr la democracia plena.

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