miércoles, 9 de marzo de 2011

Reflexiones para discutir con Carlos...

Esta semana reconecté con Carlos a través de Facebook; le había perdido la pista durante más de veinticinco años; después de reponernos de la sorpresa, ambos quisimos hacer un “recuento de los daños” y una de las preguntas indispensables fue: ¿en dónde vives?  De inmediato, mi amigo me respondió que vivía en Chicago; por mi parte le dije que vivía en Florida y lo invité a venir a visitarme.“Mejor ven tú a Chicago” respondió Carlos con otro “inbox” con la franqueza que le caracterizó siempre, “Florida no me atrae en lo más mínimo, allá viven solo ancianos a punto de morirse y cubanos que odian a Fidel Castro”. “Mira” le respondí entre risas: “a ti y a mí poco nos falta para pertenecer a esa comunidad de ancianos decadentes y moribundos; y con respecto al odio de los cubanos, te anticipo que la demografía en Florida ha cambiado mucho y que la antipatía actualmente se reparte entre dos villanos: Fidel Castro y Hugo Chavez”.

Conocí a Carlos justamente en la década de los ochenta, cuando hacíamos la Maestría en Estudios Internacionales en la Universidad de Ohio. Alto y delgado, con un temperamento flemático y con serios problemas para congeniar con el resto de los compañeros, Carlos me agradó de inmediato por la profundidad de sus ideas, por su desenfado y la autenticidad con la que se expresaba, independientemente de que el resto del mundo estuviera de acuerdo; jamás se preocupó que su afirmación fuera a molestara a alguien y tampoco hacia concesiones con nadie para despertar simpatías; Carlos era fiel a sus ideas y se sentía en completa libertad para expresarlas; con frecuencia salíamos a tomar una taza de café después de clases y discutíamos acaloradamente sobre nuestras propias interpretaciones y las implicaciones de las Teorías de la Dependencia y Difusionista sobre el desarrollo en America Latina. A raíz de nuestro reencuentro y bajo la promesa de reunirnos pronto ya sea en Chicago o Miami, o mejor aún, en algún sitio neutral, me senté a escribir y desarrollar estas doce reflexiones, para discutirlas con Carlos:

1.      La democracia latinoamericana por años no fue considerada como una cualidad revolucionaria, sino como un valor eminentemente "burgués".

2.      La izquierda latinoamericana por años definió su identidad bajo el paradigma de la revolución social que estableció el modelo cubano, teniendo a la salud y la educación como sus grandes ejes de transformación.

3.      La derecha latinoamericana y sus dictaduras tampoco tuvieron como paradigma a la democracia, sino a la modernidad mediante el desarrollo económico.

4.      Ambas corrientes, la izquierda y derecha, consideraron que si atendían las necesidades sociales o el progreso económico, las libertades democráticas no tenían importancia.

5.      Por años hubo en Latinoamérica solamente un autoritarismo de izquierda en Cuba, el resto eran dictaduras de derecha. La izquierda prefería expulsar a los opositores y la derecha, asesinarlos. El resultado, en ambos casos, fue pobreza sin libertades e inestabilidad durante décadas, con sociedades en conflicto permanente.

6.      Por esa razón, Florida está llena de latinoamericanos; algunos llegaron a la región buscando asilo político y otros huyeron de la inseguridad y de la amenaza de ser secuestrados; algunos más, por estar en desacuerdo con el régimen de su país, que ponía en peligro sus intereses económicos. A la par de los cubanos, los latinos  han hecho de esta región un caso único en los EEUU; aquí es considerado “cool” ser latino y hablar Español.

7.      Por años, Estados Unidos despreció igualmente a la democracia para Latinoamérica, la "Alianza para el progreso" puso énfasis en el desarrollo económico y no en las libertades. Con el anticomunismo como política, realizó intervenciones, aisló a Cuba y respaldó dictadores, golpes de Estado, fraudes electorales y matanzas. Esta situación comenzó a cambiar con la política de derechos humanos del Gobierno de James Carter, que fue determinante en la caída del dictador Anastasio Somoza de Nicaragua en 1979. La posición de Carter fue visionaria en plantear los derechos humanos y la inclusión de la izquierda. Sin embargo, la reacción conservadora estadounidense trajo con la administración Reagan el conflicto más cruento que haya vivido el continente. Así, en Centroamérica, durante los 80, cientos de miles murieron en una guerra que, teniendo raíces propias, se interpretó como un apéndice de la guerra fría.

8.      Luego de múltiples luchas populares, los derechos humanos y la democracia comenzaron a convertirse en los valores hegemónicos de la política y en los factores de legitimación de los gobiernos latinoamericanos. La izquierda llegó al poder en nuestro continente latinoamericano y comenzó la alternancia. La transición comenzó hace aproximadamente treinta años a partir de cambios democráticos ocurridos en diferentes países. Este proceso a pesar de sus imperfecciones, ha permitido que el continente esté viviendo un prolongado período de estabilidad política que apunta a consolidarse.

9.      Cuando la sociedad se mantiene cohesionada puede utilizar todas sus capacidades y esto da lugar a una relación directa entre democracia y desarrollo. El empobrecimiento social, moral, intelectual, institucional y económico de Cuba tras cincuenta años de revolución, contrasta con el desarrollo social, educativo, económico e institucional de Costa Rica, Chile y Uruguay, los tres países con mayor vigencia y cultura democrática del continente. La actual situación de gran violencia, profunda crisis social, extrema pobreza y riesgo de ser estados fallidos de Haití, Guatemala, El Salvador y Honduras son el resultado de haber vivido las dictaduras más represivas y prolongadas del continente. Los riesgos autoritarios y la extrema polarización que viven Bolivia, Venezuela y Ecuador han resultado de haber excluido social y políticamente a una parte considerable de su población.

10.  Después de medio siglo de revolución cubana, la democracia ha demostrado ser más revolucionaria, más capaz de resolver la pobreza y más eficaz en lograr la participación ciudadana a través del voto y las organizaciones de la sociedad civil. En democracia “si divides a tu país perderás”. Resolver la exclusión social a costa de la exclusión política conduce a conflictos permanentes y a la pérdida de capacidades vitales para el desarrollo. Cuba ha perdido miles de científicos, escritores, artistas y emprendedores, una gran parte de ellos de izquierda y eso mismo está ocurriendo en Venezuela. La gran capacidad intelectual cubana ha sido tal, que no se puede separar el exitoso desarrollo de Florida del exilio cubano; fueron los cubanos educados la piedra angular del desarrollo de la región.

11.  Es imposible que un pensamiento único derive en progreso. La clave del desarrollo está en la interacción dialéctica entre diversidad, diferencias, alternancias, aciertos y errores. Las libertades, las leyes y las instituciones son más importantes para los pobres que el paternalismo autoritario. No querer dejar los gobiernos, envejecer en el poder y heredarle a parientes el gobierno no es revolucionario. La izquierda latinoamericana necesita abandonar el mito cubano para asumir de una vez por todas a la democracia como su identidad. La dictadura cubana y las pretensiones autoritarias de Chávez son los últimos obstáculos a la madurez política del continente y a la continuación del avance de la misma izquierda.

12.  No hay régimen autoritario eterno, Castro y Chávez no permanecerán, como no permanecieron las dictaduras centroamericanas y las sudamericanas, no importa si son de izquierda o de derecha, por más infinitas que parezcan.

Carlitos: estoy listo para el segundo “round” después de veinticinco años…

 

 

 

 

 

 

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