sábado, 11 de abril de 2009

Mundo distinto.

Gabriel mi hijo menor, tiene 20 años y puede estar haciendo tarea en su lap top, oyendo música con su I-Pod, enviando un “text message” a su novia, comiendo un trozo de pizza, y conversando con dos o tres amigos por msn. Yo en cambio, puedo hacer una sola cosa a la vez, aunque debo confesar que enviar textos aun sigue siendo un misterio y además, se me dificulta teclear. Gabriel está cursando la carrera de administración de pequeños negocios, y cuando estudia, busca a través de sitios en la web, y generalmente se las arregla para encontrar links de fotos, sonidos y videos; yo cuando requiero aprender algo, leo textos en un ambiente de silencio. A Gabriel  le gusta trabajar en grupos, planea iniciar su propia empresa con varios amigos con quienes se comunica las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana; yo jamás me he visto colaborando con socios, aprendí a ser individualista y mi tiempo de conexión e interacción con mis amigos es bastante limitado. Acostumbrado a viajar desde niño, Gabriel percibe el mundo como una aldea global;  ha recorrido más de quince países, tan lejanos como India y Nepal, o tan cercanos como Jamaica y Costa Rica. Yo recuerdo que mi primer viaje internacional fue a la edad de 25 años; cuando aterrizó el avión en Toledo, Ohio y vi la nieve, pensé que había llegado al fin del mundo. Mi hijo menor tiene un gran aprecio por el multiculturalismo y ha aprendido idiomas desde niño. Después de pasar una semana juntos en Ucrania, mi hijo Gabriel hablaba ruso con la gente en las calles, mientras que yo en el mismo lapso, aprendí una sola palabra en ese idioma y la repetía en cualquier oportunidad: spasiva, spasiva, spasiva (gracias). Entre Gabriel y yo hay varias generaciones de diferencia y nuestro repertorio de experiencias nos separan, como también nos dividen nuestros estilos de aprendizaje. Gabriel nació y creció con la tecnología y yo soy solamente un tardío inmigrante digital. Irremediablemente soy un “Baby Boomer” y Gabriel pertenece a la llamada “Net generation”. Sobre las diferencias en estas generaciones y sus implicaciones en el aprendizaje, se centro mi conversación con Diana Oblinger.

Diana Oblinger es la Presidenta y CEO de EDUCAUSE. Fue Vicerrectora de Recursos de Información en la Universidad de North Carolina y Directora Ejecutiva de Estudios Avanzados de Microsoft, así como Directora del Instituto de Tecnología Académica de IBM. Oblinger forma parte del comité de asesores de Ciber-Infraestructura para la National Science Foundation y ha publicado más de diez libros, entre ellos: What Business Wants from Higher Education, The Learning Revolution, y Educating the Net Generation.

¿Que aprendí en esa conversación sobre la generación Net? Según menciono, Diana Oblinger, para los jóvenes nacidos después de 1982:

1.       Lo real no es necesariamente realidad física. La virtualidad ha invadido y se ha fundido con lo real y difuminado las barreras entre el contacto físico y el contacto digital. Los negocios, el trabajo y hasta el amor se funden y confunden entre lo real y lo virtual.

2.       Hacer, es más importante que saber. La meta para la generación Net ya no es la acumulación de conocimientos, sino los resultados y las acciones.

3.       “Hypertasking” es su forma de vida, en respuesta a la saturación de medios tecnológicos.

4.       Teclear tiene preferencia que escribir a mano. La generación Net es generación digital.

5.       Estar conectado es esencial. Hay una proliferación de mensajeros instantáneos, redes sociales y sitios de alta interactividad.

6.       La línea entre creador y consumidor se está diluyendo. En un mundo de ‘copy-paste”, de “file-sharing” asumen que si un material está disponible en la red, es propiedad común.

7.       El acceso y la facilidad de búsqueda de información les han producido una independencia de juicio.

8.       Otorgan un altísimo valor a la red social, a la colaboración y a la innovación.

 

Lo único que me preocupa después de conversar con Diana, es la capacidad de nuestro sistema educativo tradicional para tratar a esta generación y apoyar su aprendizaje con  las herramientas adecuadas. ¿Podrá el sistema educativo medievalista y los profesores provenientes de generaciones anteriores ( Baby Boomers y la Generación X)  dar cabida y respuesta a la Generación Net? Vivimos en un mundo distinto y se requieren de respuestas distintas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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