lunes, 9 de mayo de 2011

Hasta la madre...

Javier Sicilia, Poeta mexicano, escribió esta carta:

“El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus códigos de honor.

No quiero, en esta carta, hablarles de las virtudes de mi hijo, que eran inmensas, ni de las de los otros muchachos que vi florecer a su lado, estudiando, jugando, amando, creciendo, para servir, como tantos otros muchachos, a este país que ustedes han desgarrado. Hablar de ello no serviría más que para conmover lo que ya de por sí conmueve el corazón de la ciudadanía hasta la indignación. No quiero tampoco hablar del dolor de mi familia y de la familia de cada uno de los muchachos destruidos. Para ese dolor no hay palabras –sólo la poesía puede acercarse un poco a él, y ustedes no saben de poesía–. Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas, desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no pertenece a la naturaleza –la muerte de un hijo es siempre antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huérfano ni viudo, se es simple y dolorosamente nada–, desde esas vidas mutiladas, repito, desde ese sufrimiento, desde la indignación que esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre. “

Hace días, en la ciudad de Cuernavaca unos criminales mataron a un hijo de Sicilia y a varios de sus amigos. El poeta, que se encontraba de viaje en Filipinas, escribió un poema dedicado a su hijo en el avión de regreso y, al llegar a México, anunció: "Es mi último poema. No puedo escribir más poesía". Al tiempo, emplazó a las autoridades a que el crimen múltiple no quedara impune -como más del 90% de los delitos que ocurren en México- ni que fueran detenidos falsos culpables. De paso, Sicilia quiso aprovechar la repercusión mediática de su pérdida para poner rostro a todas las víctimas sin nombre. Desde el jueves 5 hasta el domingo 8 de Mayo, una marcha silenciosa recorrió los 80 kilómetros que separan Cuernavaca del Distrito Federal y, ya en el Zócalo de la capital de México, fueron miles y miles de personas -muchas de ellas víctimas directas de la violencia- las que clamaron por el fin de la violencia.

"Nos ha rebasado la corrupción", denunció Sicilia alto y claro, "las instituciones están podridas, desde los partidos hasta el Gobierno Federal. Por eso el crimen está campeando, por eso nos está envileciendo. No es éste el México que queremos. No es ésta nuestra guerra. Pero estos sí son nuestros muertos".  Junto a Sicilia han marchado madres y padres a los que la violencia ha arrebatado a sus hijos y que se esfuerzan por mantenerlos presentes en pancartas y camisetas. Después de escuchar sus historias, cada vez queda más claro que la versión oficial de que son sicarios los que se matan entre sí en las calles de México es cada vez menos exacta. Las llamadas "víctimas inocentes" son cada vez más frecuentes y, gracias al movimiento que acaba de surgir, cada vez más visibles. Sicilia critica la política -que considera equivocada- del presidente Calderón que ha resultado en una guerra que ha arrojado a la fecha 40.000 muertos.  La marcha que desembocó en el Zócalo del Distrito Federal tuvo sus réplicas en varias ciudades de México. Desde acá de este lado, me adhiero con mucha pena y vergüenza al dolor de Sicilia y de todos los que han perdido seres queridos en esta guerra sin freno. Efectivamente,  los mexicanos estamos hasta la madre….

 

 

 

 

1 comentario:

  1. De acuerdo con usted Dr. y los que vivimos acá que más podemos decir o hacer, no nos merecemos este México no es el que conocí de niño créame.

    Si cambio YO cambia México !!

    Saludos

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