Confieso que en 2010 mis labores y ajetreos amenazaron poder cumplir con mi cita de la semana con ustedes, que me hacen el favor de leerme. No desfallecí porque gracias a este ejercicio, puedo exorcizar los fantasmas que me atacan, y puedo también, ante mi desencanto con la realidad que en ocasiones me asfixia, encontrar alivio. Escribo porque al igual que leer, estas actividades son una protesta contra la vida injusta. Semana a semana lucho junto con ustedes, contra la traición de la memoria, mezclando imágenes reales con otras que desafortunadamente no lo son, buscando inventar a través de la ficción un sentimiento de respiro que me ayude a vivir. Que vivan las letras y que vivan los amigos lectores y cómplices. Es mi deseo que cada semana continuemos atisbando una realidad múltiple, aunque dispongamos tan solo de una sola. Va de nuevo mi compromiso personal de continuar con este dialogo y deseo para todos ustedes un feliz 2011!
Un abrazo,
Luis.
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