sábado, 13 de marzo de 2010

El autobus numero uno.

"La humanidad ha entrado en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas; el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global. La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras." Dijo Gabriel Garcia Marquez en el discurso inaugural del Primer Congreso de la Lengua y las Nuevas Tecnologias en la maravillosa ciudad de Zacatecas, Mexico en 1997.
"Nuestra lengua desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros". Esas fueron las palabras finales de Gabo y un estruendoso aplauso resono en aquella sala replete de escritores, periodistas, gente del oficio de la escritura, que segun el Nobel Colobiano, "es el oficio mas antiguo del mundo".
Llegue a Zacatecas la noche del 6 de abril de 1997 invitado para impartir una charla dentro del marco del Congreso y me registre en el Hotel Quinta Real. La sensibilidad de los arquitectos que remodelaron ese hotel me conmovio: jamas habria podido imaginar que una plaza de toros se pudiera convertir en aquella posada majestuosa; sus burladeros se remodelaron para convertirse en restaurants y bares;  sus gradas albergaban macetas y plantas que le daban un sentido de estetica integrado al paisaje y contrastando con el cielo azul y las limpidas nubes zacatecanas. Posteriormente me dirigi al escritorio en donde varias edecanes registraban a los expositors y participantes del congreso. Al entregarme mi gafete, la edecan amablemente me indico que debia estar en punto de las siete y treinta de la maniana en el lobby del hotel, para tomar el autobus que me trasladaria a un edificio del centro historico en donde se efectuaria la ceremonia de inauguracion al dia siguiente.
Confieso queesa noche  me desvele en el bar del hotel, llamado El Tentadero, animado por la presencia de escritores, politicos y celebridades internacionales que continuaban llegando al hotel sede. Despues de una cerveza y un par de tequilas, llegue a mi habitacion alrededor de la medianoche; el cansancio del viaje y el sopor causado por los tequilas me vencio; antes de dormir, puse la alarma del reloj colocado encima de mi buro a las seis y treinta. Al dia siguiente, un rayo de sol hirio mis ojos y al ver la hora, me incorpore de inmediato: eran las siete y quince de la maniana. Me banie y vesti tan rapido como pude y corriendo llegue al lobby en donde vi a dos autobuses listos para partir. Una edecan al ver mi gafete, me indico que me correspondia tomar el autobus numero dos; sin embargo, ya no habia asientos disponibles. Sonriendo me dijo, "vamos a ver si en el autobus numero uno hay todavia un lugar" dijo la edecan y a gritos le pidio al chofer que abriera la puerta.
Al subir al autobus numero uno, me sorprendi al ver a los pasajeros; comodamente sentados en sus respectivos asientos estaban estaban el Rey Don Juan Carlos y la Reina Sofia, Gabriel Garcia Marquez y Mercedes, su esposa; Camilo Jose Cela, Elena Poniatowska, Laura Esquivel, Jacobo Zabludovski, Miguel Aleman, Miguel de la Madrid, Jose Luis Cuevas entre otras veinte celebridades; me sente al lado de Sergio Ramirez, escritor y Vicepresidente de Nicaragua; Alla afuera en las calles, miles de personas saludaban agitando banderas ante el paso del autobus que anunciaba la presencia de sus majestades, los Reyes de Espania. Al llegar al edificio donde se llevaria a cabo la inauguracion, el autobus numero uno no se detuvo en la entrada principal, sino que se estaciono en la parte de atras y por una puerta lateral, llegamos al interior del recinto en donde habian dos hileras de asientos reservados para los invitados especiales; con satisfaccion, me sente en primera fila, al lado de Jose Luis Cuevas y con mis sentidos abiertos, escuche desde primera fila el discurso inaugural de Camilo Jose Cela, me deleite oyendo a Octavio Paz quien a traves de videoenlace se dirigio a la audiencia y finalmente, escuche al famoso colombiano defender la libertad y autonomia del lenguaje; aquella maniana me senti dichoso de haberme equivocado: en vez de poner la alarma a las seis y media de la maniana, lo puse a las seis y media de la tarde, despues de todo, no por mucho madrugar, amanece mas temprano... 
 


¿Perdido entre tantos correos? Enciende tu hotness con Hotmail

No hay comentarios:

Publicar un comentario