Dentro de unas dos semanas, cumpliré años; recuerdo que de niño al acercarse esa fecha, me emocionaba: sabia que ese día disfrutaría de un pastel, que habría una piñata y dulces. Usualmente me compraban mis padres una camisa, o tal vez unos zapatos para estrenar ese día y mi mama me despertaba cantando “ Las mañanitas”. Muy pronto quedaron atrás mis azules años de infancia y adolescencia; atrás quedaron también los años de juventud; llegué a la madurez antes de darme cuenta, mis hijos se casaron y ahora me han traído nietos; de pronto me he convertido en todo un abuelo. ¿Cuál podría ser mi ilusión para cumplir años en esta época de mi vida en la que cada día me acerco más y más a la temible “tercer edad”? Primeramente me gustaría desmitificar el “terrible” hecho de envejecer; sé muy bien que está en mis manos evitar los hábitos que en buena medida aceleran el envejecimiento. ¿Cómo lograr mantenerme joven? Aquí van siete consejos:
1. ¿Elegir sentirme joven o escoger sentirme viejo? Un factor clave es nuestra propia creencia y actitud sobre la edad; recuerdo bien que el declive más notable comencé a experimentarlo a partir de que cumplí los 49 años y desde entonces empecé a evitar todo aquello que considero me roba la energía. Desde ese tiempo, evito los excesos, especialmente el alcohol, las desveladas y comer mas de lo necesario. La edad es algo relativo. Hace tiempo decidi que quería permanecer ágil, flexible y lleno de energías.
2. Comer saludablemente, hacer ejercicio diariamente y buscar una rutina para el sueño reparador son requisitos indispensables. Elimino lo que me intoxica, comenzando por lo que como y bebo. Caminar, trotar durante 40 minutos y mantenerme activo es vital para sentirme bien; cada noche, al llegar las 10 pm me despido del mundo. La rutina de sueño es importante.
3. Evitar los conflictos. Las emociones negativas afectan muchísimo. Las emociones desequilibradas me hace más viejo. Aunque no siempre lo logro, procuro mantener la cabeza fría, especialmente cuando enfrento situaciones de estrés. Prefiero pensar que los obstáculos tarde o temprano serán superados y que lo mejor está por llegar.
4. Desarrollar un estilo de vida equilibrado. Busco una vida rica en experiencias pero a la vez, estable y equilibrada: disfruto de los viajes y me satisface regresar a casa; me agrada el trabajo arduo y gozo con las actividades recreativas; procuro hacer ejercicio, pero a la vez, me satisfacen actividades sedentarias como la lectura y la escritura. Ante todo, lucho por tener una alimentación equilibrada, evito productos refinados, procesados o pasteurizados, opto por alimentos portadores de energía y vida, vigilando que haya suficiente proteína: pescado, rico en Omega 3 y en general, prefiero ingerir pollo y pavo y evitar la carnes roja y por supuesto, los azúcares.
5. Beber suficiente agua. Hay que hacerle caso a la señales del cuerpo cuando dice que tiene sed. Posponer los mensajes fisiológicos es actuar con necedad. Confieso que pertenezco a la generación de personas que crecieron bebiendo refrescos gaseosos; sí, me tomo uno al día, pero para compensar, tomo el triple de esa porción, pero de agua.
6. Vigilar el peso con disciplina diariamente. Me peso todas las mañanas y trato de mantener el fujo intestinal saludable. Pienso que el intestino es mi segundo cerebro emocional; evito alimentos que impliquen digestiones pesadas y jamás ceno tarde; me gusta compartir o empacar para llevar la mitad de mi platillo y comer siempre porciones pequeñas. El factor más destacable de la longevidad es comer poco. Comer poco alarga la vida.
7. Reír a carcajadas; evito tomarme en serio y rompo la solemnidad. La risa es una estrategia infalible para ser feliz; evito pensar que el pasado fue mejor, me rehuso a pensar en el misterio del mañana, vivo el presente porque es un regalo y lo agradezco con una sonrisa.
¿Cuáles son mis planes para festejar mi cumpleaños en 2012? Me encantaría romper una piñata con mis nietos y disfrutar con ellos de un pedacito de pastel y llenarnos de betún, boca y nariz; ese día quiero sentir el abrazo afectuoso de la gente que amo; planeo leer y responder los mensajes que me lleguen de mis amigos a través del correo electrónico, revisar los mensajes de Facebook, atender las llamadas telefónicas, y por supuesto quiero sonreír o mejor aún, reír a carcajadas. Dentro de algunos pocos años cumpliré los sesenta y ya tengo planes de hacer varias cosas para celebrar en grande: ese día, gritare por única vez“que vivan los excesos”: quiero hacerme un tatuaje en el tobillo izquierdo y lucirlo los sábados cuando camine por la playa, quiero tirarme de un avión con paracaídas y disfrutar de esa caída libre, quiero “rapear” como Pitbull en algún bar hasta quedarme ronco y bailar en Mango’s hasta que me duelan las rodillas alguna bachata de Juan Luis Guerra; sí, afortunadamente sigo esperando mi cumpleaños con emoción, con ilusiones, con esperanzas y con alegría…
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