domingo, 6 de septiembre de 2009

Pura vida...

"-Papá me voy a Costa Rica este verano", dijo Gabriel, el menor de mis hijos." –¿A Costa Rica?" Repliqué intrigado. "Mejor vete a México", -la idea de su viaje a un país latinoamericano que no fuera el nuestro, me picó en lo más hondo de mi orgullo nacionalista. "–No papá, me voy a Costa Rica, voy con amigos, queremos hacer ecoturismo y ya lo decidimos". Con los hijos llega una época en la que más que hablar, hay que escuchar, así que las siguientes semanas me dispuse a oír sus planes, cada vez que Gabriel estaba en disposición de compartir conmigo algunas de las excursiones que planeaban realizar

Costa Rica se ha ganado el reconocimiento internacional por ser un país que promueve activamente la protección del medio ambiente, en particular en lo referente a la biodiversidad. Con una extensión territorial de solo cincuenta y un mil kilómetros cuadrados, alberga una enorme diversidad tanto de plantas como animales, riqueza de paisajes y  expresiones múltiples de culturas locales que constituyen las mejores condiciones para el turismo ecológico. "Por eso en Costa Rica hemos hecho grandes esfuerzos para orientar la oferta turística hacia un desarrollo sostenible, que busca originar beneficios económicos y sociales, con base en la protección y la conservación de los ecosistemas y recursos naturales" dijo Jose Figueres ex Presidente de Costa Rica en nuestra conversación ocurrida años atrás. "Hay algunos principios que regulen el llamado Ecoturismo, en Costa Rica? Apunté de inmediato. -Por supuesto, dijo el Presidente Figueres,  deben seguirse los siguientes cinco principios que aplican tanto para los que operan el servicio como para quienes participan:

1.      Minimizar los impactos negativos que genera esta actividad tanto para el ambiente como para la comunidad.

2.      Fomentar y desarrollar el respeto y la conciencia ambiental y cultural en los turistas.

3.      Proporcionar beneficios financieros para la conservación y fortalecer la participación en la toma de decisiones de la comunidad local;

4.      Crear sensibilidad hacia el clima político, ambiental y social de los países anfitriones;

5.      Apoyar los derechos humanos universales y las leyes laborales.

Epicuro dijo hace muchos años que "el más grande fruto de la autosuficiencia es la libertad" así que haciendo uso de ella, llegado el día, Gabriel y sus amigos viajaron a Costa Rica como lo habían planeado. En grupo, exploraron durante dos semanas, diversos parques naturales, escalaron montañas, nadaron en playas, visitaron algunas islas, volcanes y bosques, disfrutaron de aguas termales y por supuesto de los rápidos en los ríos. A su regreso, pase por Gabriel al aeropuerto de Miami y le pregunté sobre la experiencia de su viaje a Costa Rica. Gabriel en su lenguaje monosilábico y sin pensarlo mucho dijo solo dos palabras: ¿Costa Rica? "pura vida" y permaneció sonriente durante el trayecto a casa.   

 

 

 

 

 

 

 

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