lunes, 10 de septiembre de 2012

Tatuajes...

Lo dije y lo sostengo: cuando cumpla los sesenta años, me hare un tatuaje en el tobillo izquierdo; me hare tatuar un marlín que pienso lucir cada sábado por la mañana, cuando camino a la orilla del mar, en mi afán de cumplir mi cita puntual con mi amante insaciable: la escritura. ¿Por qué he tardado tanto en hacerme un tatuaje? la respuesta es muy simple: porque esa es una decisión que tiene un impacto irreversible; sin embargo, afortunadamente la mayoría de las decisiones que tomamos en  la vida tienen un impacto temporal,  especialmente en esta época en que las tecnologías de información forman y conforman nuestra sociedad digital. 

 

Muchas de las decisiones relacionadas con nuestros proyectos profesionales no son definitivas como un tatuaje; correr el riesgo trae grandes beneficios y vale la pena exponerse a cometer errores. ¿Qué tanto podemos perder? ¿Qué es  lo peor que podría sucedernos al tomar una decisión? ¿Que algunos consumidores nos digan que no estan de acuerdo, o que no les gusta? Tomar decisiones como por ejemplo diseñar o cambiar un website, establecer un landing page, aumentar o disminuir el precio de un producto durante una promoción, incluir foros de discusión con clientes, agregar un blog para intercambiar experiencias, abrir un canal de youtube, promocionar a través twitter, todas esas acciones tienen una duración que podría ser fugaz, y no permanecen por mucho tiempo sino que son totalmente susceptibles al cambio. Siendo así, con muy poco que perder y mucho por ganar, ¿Por qué no arriesgarse?

 

Ten en mente que muchas de las decisiones son temporales; no tengas miedo a cometer errores, aprende de la experiencia, y haz cambios para  arreglar lo que no funciona. Cada semana al menos un alumno me pregunta de alguna u otra manera lo siguiente: “Doc, como le hago para realmente aprender a hacer Mercadotecnia en un entorno cada vez mas cambiante y competitivo?” Mi respuesta es directa y simple: “aprende Mercadotecnia, haciéndola; olvídate de la teoría; el mundo le pertenece al que practica y se ejercita”. Quita de tu cabeza la idea equivocada de que tienen que pagarte por trabajar. Recuerda que al principio de tu carrera, los empleadores te pagarán por aprender. Busca emplearte en tu tiempo libre: sacrifica parte de tus fines de semana; trabaja como voluntario, busca apoyar una fundación o institución sin fines de lucro, arranca un negocio en línea, haz mercadotecnia para apoyar un pequeño negocio: un puesto de limonada de un grupo de niños, una florería, una panadería o cualquier negocio que tu mamá o tu hermano ha soñado con emprender.

 

Recuerda que solamente aprenderás cuando te manches las manos. Solo implementando acciones y tomando decisiones lograras experimentar la emoción infalible e innegable de correr riesgos y te sorprenderá cómo una idea por pequeña, irrelevante, ridícula o ilógica que sea o que parezca, a veces da resultados asombrosos. Desarrolla una estrategia, determina KPIs, define tácticas y acciones, mide, evalúa y haz los cambios monitoreando cada paso que das. En esta vida todo es transitorio, pasajero y temporal; ten en mente que solo los tatuajes son irreversibles…

 

 

 

 

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