lunes, 10 de octubre de 2011

El guru de la manzana digital.

No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior, y más importante todavía, ten el valor de seguir tu corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabes lo que realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario…

                                                                                                                           Steve Jobs.

 

Crecí en la época de la psicodelia, y a través de los años me he dedicado a apostarle a la educación como una forma de expandir mi conciencia. Al igual que el resto de mis contemporáneos, vivo viajando imaginativamente hacia el interior de mí mismo, en mi actividad profesional y personal. Tal vez por eso, la figura de Steve Jobs, nacido en esta misma época, fue siempre fascinante. Pragmático, excéntrico, seductor y poderoso fueron los cuatro ejes que caracterizan su vida. El aprendizaje más importante que obtuve de su trayectoria fue que en los procesos tecnológicos, desarrollar un modelo innovador de negocios es más importante que tener una idea genial. Jobs fue el perfecto intermediario híbrido entre el inventor y el consumidor. Sus productos no solo fueron eficientes y eficaces sino que cautivaron y sedujeron; logró desarrollar un enganche entre la marca y los usuarios, quebrantando cualquier paradigma sobre su estrategia de precios.

 

El mundo de Jobs, fue un mundo apoyado en los códigos de la cultura pop; especialmente con la música de los Beatles; Jobs nombró precisamente su empresa como la primera compañía disquera del cuarteto de Liverpool. Empeñado en la estética, la libertad y la diferencia, valores derivados de la cultura de la epoca, quiso que sus computadoras fueran un reflejo y mezcla de estos años; de ahí la esencia de su campaña publicitaria “Think Different” creada y lanzada en 1997. Uno de sus  comerciales,  filmado en blanco y negro, incluía a una serie de personalidades icónicas del Siglo XX: Albert Einstein, Bob Dylan, Martin Luther King Jr., John Lennon y Yoko Ono, Muhammed Ali, Mahatma Gandhi, Alfred Hitchcock y Pablo Picasso, entre otros. El texto del comercial decía así:

 

“Here’s to the crazy ones. The misfits. The rebels. The troublemakers. The round pegs in the square holes. The ones who see things differently. They’re not fond of rules. And they have no respect for the status quo. You can quote them, disagree with them, glorify or vilify them. About the only thing you can’t do is ignore them. Because they change things. They push the human race forward. And while some may see them as the crazy ones, we see genius. Because the people who are crazy enough to think they can change the world, are the ones who do. Apple Inc.”

 

Si pudiera pedir algo a Apple, seria que hicieran una segunda versión de esta campaña y que incluyeran en esta lista de líderes a este creador visionario y rebelde; su obra y legado hacen imposible que podamos ignorarlo; su genialidad cambió el destino de varias industrias y su manzana con los colores de arco iris resplandece más viva que nunca. Para bien o para mal,  esta es la debilidad y fortaleza de la marca Apple: en la mente del público y del usuario la asocian con el gurú de la manzana digital. Por lo tanto, una salida airosa sería mantener vivo su legado avivando su leyenda…

 

 

 

 

 

 

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